viernes, 6 de septiembre de 2013

Carta de un abonado realista indignado por el reparto de las entradas


06-09-2013 | J.A. "Txitxo" Díaz | 

Un abonado de la Real Sociedad, que responde al nick de @goraba89 en twitter, ha decidido enviar una carta a la entidad presidida por Jokin Aperribay en la que se queja del trato recibido en los últimos tiempos por los socios, que pagan religiosamente su cuota y de los que muchos de ellos se sienten ninguneados por el club, y en especial por el reparto de las entradas para Old Trafford.

Texto íntegro de la carta

Estimado, Jokin

Obstinado, prosigo con mi cruzada para que mi Real sea ese lugar donde todos aquellos que compartimos el sentimiento Txuriurdin nos sintamos como en nuestra propia casa. Rectifico. El lugar donde se nos trate como lo que es, nuestra casa. Si perdemos esa esencia, si dejamos de ser una familia, nada nos distinguiría del resto y no sé si quisiera formar parte de ella.

Muchos me han advertido de que iba a librar una cruzada Quijotesca, contra molinos de tales dimensiones que mis esfuerzos quedarían en simple agua de borrajas! Pero tal vez, mi ingenuidad me lleva a pensar que es nuestra Real todos somos partícipes y todos somos importantes. Que todos podemos ayudar, dar nuestras opiniones . Por eso, espero que estas líneas sigan su curso hasta dar contigo. Desde el respeto trataré de trasladarte todo aquello que siento y pido perdón de antemano si en el fervor de la narración mis emociones me superan y la narración se convierte de alguna forma en hiriente u ofensiva. ¡Nada más lejos de mi intención!

No os puedo hacer compartir la idílica idea que me sedujo de niño hasta enamorarme de este gran club. Ni tan siquiera debiera intentar persuadiros de ello porque tal vez estaría intentando racionalizar algo de por sí irracional.Pero quizás sí que debierais comprender todo lo que podemos sufrir los que en nuestra propia casa nos sentimos insultados. Puede que ya debiéramos estar acostumbrados, ya que no hace tanto un sinvergüenza decidió aprovecharse de nuestra hospitalidad para orinar sobre uno los símbolos de nuestra Real. Pero claro, sin dos dedos frente, sin una pizca de raciocinio que se puede esperar del ser humano: nada nos separa de los animales. Aunque lo más triste del caso fue la tardía y delirante actuación institucional del club al que pertenecía representado por un fantoche cuya capacidad dista mucho del puesto que acredita Lo que me lleva a deducir: mismo perro con diferente collar. En definitiva, tampoco voy a perder mi tiempo con él ya que no hiere quien quiere sino quien puede y alguien cuyo encefalograma es tan plano como la etapa de los Champs Elysées pues que quieres que te diga, no tiene capacidad de perturbarme.

Pero hoy me he sentido maltratado e insultado en mi propia casa. Y éso no puedo tolerarlo. Pudiera ser que por mi forma de ser, no conciba esta vida sin palabras del calibre de respeto, solidaridad, fidelidad… todas ellas formadas por pocas letras pero llenas de significado. También asumo que mis dotes políticas y sociales se limitan a ciertas charlas etílicas de barra en época de fin de semana. Por esa razón, quizás por ese profundo desconocimiento del medio, no logre alcanzar a entender que en la batalla por premiar la fidelidad del socio, en la batalla por cuidar al maltratado socio, nuestro club disponga un reparto “justo y equitativo”, incomprendido por la gran mayoría de nosotros. 

Aplaudir, aplaudimos cuando las cosas se hacen bien. Por eso, olé vuestros huevos por haber conseguido 5900 entradas para Old Trafford. La necesidad agudiza el ingenio, y claro queda que ante la necesidad el club ha respondido batiéndose el cobre y consiguiendo algo impensable hace unos pocos días. Claro que las dudas me asaltan cuando analizo el reparto e intento comprender las motivaciones que os han llevado a repartir las entradas de tal manera. Porque hay que tenerlos más grande que el caballo de espartero para jactarse de conseguir 5900 entradas y luego entregarle a una agencia de viajes (patrocinadora sí, pero a la postre una empresa con fines lucrativos) el doble de la cuantía de la destinada a la venta en taquilla. 

Y en mi foro interno, pienso: pero si los socios éramos un activo del club…¡vaya! A ver si no lo entendí bien...y no éramos un activo porque estábamos siempre ahí, en los buenos y en los malos momentos...mira que si al final somos un activo, porque siempre nos pueden meter el sablazo! Mira que si lo que menos importa son nuestras voces y lo que realmente importa son nuestras carteras. Porque indicios hay unos pocos: que si derbi a las doce, partido a las 16.00, más partidos el domingo o entre semana con nocturnidad y alevosía, ahora ésto… Mira si será injusto que una de cada dos personas que acudan a Viajes Eroski pueden adquirir una entrada para Manchester sin ser socio del club, simplemente pagando algo por encima el precio estipulado. Por lo tanto, ahora para ser txuriurdin no importa el c@lor de nuestra voces, sino el color de nuestros billetes. Y añado, mira si puede ser caprichoso e injusto el destino que una de cada dos personas que acudan a Manchester previo paso por Viajes Eroski no será ni socia, ni habrá sufrido las calamidades de aquellos socios que se queden sin entrada tras horas y horas postrados en el suelo viendo pisoteadas sus ilusiones. Y mi pregunta es la siguiente: una de cada dos de esas personas que visitarán Manchester previo paso por Viajes Eroski y no socia del club, pagará uno de cada dos de nuestros pases anuales? Hombre, no soy un hombre de números pero esto me huele a injusticia supina.

Por otro lado, también quisiera hacer mi pequeña aportación al tema. Unos días atrás, leí las aportaciones de Oier Fano para el tema del reparto de entradas. Interesante punto de vista…no entraré a valorar las aportaciones: unas más acertadas y otras algo más desajustadas a mi modo de ver. Pero sí que agradecí su actitud conciliadora así como el talante constructivo de sus palabras. Por eso, tampoco quiero que este escrito se surta únicamente de líneas con crítica destructiva y que al menos contenga un bosquejo de idea para evitar tanto la reventa como el abandono del aficionado en las puertas de nuestras taquillas a la espera de una entrada para cumplir el sueño de todo realista. 

Evidentemente, esta vez no servirá de mucho pero hasta la final de Lisboa todavía queda recorrido suficiente para poner en práctica estas ideas buscando mejorar el sistema utilizado hasta la fecha. Por eso, propongo valorar la opción de crear una lista de interesados en cada desplazamiento. Evidentemente, hecho de esta manera las listas tendrían más nombres que los nietos del rey pero creo que podría exigirse que para acceder a apuntarse en las mismas los interesados hicieran un depósito de 30-40 euros para persuadir a personas sin intención de viajar o revendedores. Después si la lista es superior a la cantidad de entradas recibidas sortear entre los nombres de la lista y devolver el dinero a las personas que no hayan sido agraciadas y al resto descontarles lo adelantado. Quizás la propuesta necesita de un giro de tuerca más pero bueno con el tiempo se pueden ir puliendo los detalles. Y además, para no cobrar por pensar en soluciones no está nada mal. De todas formas, todo es negociable!!

Y por supuesto, reiterar mi malestar por la forma en la que el club ha decidido distribuir las entradas. Si del total de las entradas el club destina únicamente cerca de la quinta parte al socio de a pie, este se siente frustrado y su malestar es patente. Si además ese reparto supone que entre peñas y agencias disponen del triple de entradas, el pobre socio se sentirá abandonado a su suerte, desprotegido y enojado. Pero ahondando en su miseria si el pobro percibe que una empresa privada con fines comerciales dispone del doble de entradas para mercadear con el sentimiento txuriurdin no pudiendo acceder a ellas ya sea porque o no puede o simplemente no quiere optar a las propuestas comerciales del distribuidor (muchos de nosotros o tenemos nuestro viajes concertados o simplemente no nos movemos en los parámetros que la agencia propone) entonces la magnitud de la injusticia será de tales dimensiones que el socio se sentirá como me siento yo hoy. Herido, ofendido y poco respetado. Y eso no puede ser. El club no puede obviar lo acontecido y esconder la cabeza en un hoyo cual avestruz esperando a que escampe el temporal. Un error de tal magnitud requiere de una acción correctiva ipso-facto. Un club como la Real no puede esperar a que las aguas vuelvan a su cauce por si solas. No sólo la Real no se merece dar esa imagen sino que nosotros, los socios, no nos merecemos un trato así

Llegados a este punto, te diré que digo las cosas como las siento. Mi madre me enseñó que cuando tuviera hambre, comiera. Que cuando tuviera sed, bebiera y que si quería algo debía luchar por conseguirlo. Que no llorara por no ver el sol, porque las lágrimas me impedirían ver las estrellas. Por eso, no voy a llorar. No porque no haya tenido ganas, sino porque esas lágrimas no me dejarían ver el partido de Old Trafford. No voy a permitir que el teatro de los sueños, se convierta en mi teatro de las pesadillas. Por mi parte, nada más. Si quieres estoy dispuesto a charlar y a aportar y a ayudar en todo lo que pueda para que poco a poco vayamos haciendo las cosas mejor. 

Antes de despedirme. quisiera pedirte que, por favor, me hagas saber si este email a llegado a su destino o por el contrario, supondré que termina engrosando la lista de archivos de la papelera de algún ordenador.


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